lunes, 13 de febrero de 2012

En el Olimpo de los dioses suena tu canción.

Y mientras Atenas arde, en otra parte del mundo se llora la muerte de Whitney Houston.
En Grecia se rebelan y salen a la calle para quejarse de los exhaustivos recortes que desde el gobierno, el Banco Central Europeo y demás organismos con la suficiente relevancia para ordenarlos, les dicen que han de hacer.
En Los Ángeles se llora por la voz que sacaba brillo a todas las notas que en una partitura se pudiesen escribir para forman una canción, se llora por la mujer que sabía hacer de una canción un himno, por la que supo pasar del coro de la iglesia a llenar estadios.. Por la que no supo computar su éxito y aceptar el fracaso de su matrimonio. Por la que buscó refugio en las drogas.
En Grecia salen a las calles porque los sueldos se reducen, los impuestos aumentan y la calidad de vida se va por el retrete como los deshechos de un yogur. Otrora la cuna de la civilización moderna, cuna de filósofos y pensadores, artistas, decanos de la razón; se ve ardiendo tanto por las llamas que consumen sus edificios, como por el ánimo encendido de sus habitantes, que impotentes ven como sus vidas son mermadas de calidad en base a años de robos, mangoneos, mentiras y fraudes por parte de su comunidad política. La misma que ahora les exige el esfuerzo ímprobo de pasar penurias e incluso hambruna para poder seguir formando parte de un sueño que, según mi opinión, cada día parece más lejos de ser algo plausible. Del sueño de ser Europa.
Whitney muere a los 48 años, deja una hija, cientos de millones de discos vendidos y miles de millones de recuerdos en las retinas de millones de personas que han tarareado con mayor o menor acierto sus canciones. Deja un mundo de sufrimiento que para ella hubiese podido ser gratuito, podía tenerlo todo. Los royalties de sus canciones bastarían y sobrarían para asegurarle una muy buena vida hasta el final de sus días, tanto el de ella cómo el de sus descendientes. A sus 48 años ha dejado de latir su corazón que tanta sangre ha bombeado para seguir día a día con su sufrimiento interior y su deterioro exterior.
Mientras tanto en Grecia, la "Troika" que decide cuales son los ajustes necesarios para poder acceder al último tramo del rescate de 130.000 millones de euros y con eso evitar la bancarrota, observa, no sin cierto desaliento, cómo los griegos se tiran a las calles a protestar. Pero se plantea la siguiente duda: "Si queréis el dinero para que podáis seguir funcionando tendréis que aceptar las condiciones que os imponemos. Habéis vivido de los Fondos Europeos durante muchos años y ahora toca renunciar a todo eso y mucho más ¿Seréis capaces de aceptarlo?".
Serán capaces los griegos que tanta luz y brillo sacaron de sus islas capaces de sobrevivir a la decadencia en la que se han sumido, serán capaces de computar su fracaso y remontar.. O su corazón dejará de latir.
Serán la Whitney brillando de nuevo, o la Whitney hundiéndose y tirando la toalla.
Sólo espero que los griegos tengan la capacidad de renacer como lo que siempre han sido, un pueblo destinado a las más grandes hazañas. Y que a sabiendas de que esta es, con diferencia una de las más grandes gestas a la que se enfrentan, lo hagan con unión y fuerza.
Mientras, en el Olimpo de los dioses Whitney Houston es laureada cómo voz de dioses, cómo musa de artistas, cómo diosa con luz propia. Así pues, el consuelo que nos deja es que siempre brillará.









sábado, 11 de febrero de 2012

Aquellos (maravillosos) años.

El otro día me preguntaba un amigo cual fue mi relación más significativa, la que más me ha marcado a lo largo de mi vida, la que jamás podré olvidar. Y aunque la pregunta es muy fácil de contestar para mí, no lo es sacarla a la luz y reconocer que tras fracasar estrepitosamente, no he sabido recuperarme del golpe. 
Todas las relaciones que haya podido tener, sean más o menos duraderas o serias, como inconsistentes y fugaces, todas han dejado una huella en mí. Al menos siempre he tratado de sacar lo más positivo de ellas, aunque esto fuese que lo positivo era salir de las mismas. Pero la relación de la que hablo ocurrió hace ya mucho, y cómo todos los recuerdos de los acontecimientos pasados, tendemos a idealizarlos, a sublimar lo positivo que nos aportó y eliminar lo negativo. 
Ahora trato de acordarme de lo negativa que acabó resultando para mí. De las muchas cosas buenas que me perdí por centrarme en una relación que si, me llenaba a nivel sentimental, pero me iba vaciando a el resto de los niveles. Perdí amigos, casi familia.. y no hablemos de autoestima y sensatez, esas las perdí por completo cuando acabó todo. Tras varios años de entrega absoluta me encontré con las manos vacías y el corazón roto. Me costó recomponer lo suficiente mi corazón cómo para seguir para adelante. Y ahora, muchos años después me encuentro pensando que esa ha sido mi mejor relación, la que más me ha marcado, la que más echo de menos.. Valiente tontería!!
Tras pensarlo un momento, no muy detenidamente.. Me doy cuenta que las relaciones que la siguieron fueron todas mucho mejor, que me aportaron más y que me han dejado grandes amigos como regalo. 
Pero el ser humano tiene un punto de masoquismo que es inevitable y las mujeres tendemos a multiplicarlo por diez a la mínima ocasión que se nos presente. Qué nos gusta un drama! Y por eso, la relación que a la postre más daño nos ha hecho, más nos ha esquilmado las energías, más nos ha vaciado el alma, esa, y sólo esa, es la que recordamos con más agrado. Será que el desamor al que cantan tantos músicos es más llamativo e interesante que el mismo amor?
No pretendo hacer con esto una catarsis de mí misma y tratar de entender porqué aún a sabiendas de que no debería dedicarle más de diez segundos al mes en recordarla, no puedo evitar sonreír cada vez que me acuerdo de aquellos (maravillosos) años.
Es incoherente, lo se.. Pero me encantaría poder volver a verle y tomar un café y hablar de aquella época, quizá así, pusiese blancos y negros en una relación que yo sigo viendo en color rosa.

martes, 7 de febrero de 2012

Casi un año?? Ya?? Tanto tiempo??

Con casi una año de diferencia retomo el blog que un día me propuse escribir.
Si, ya se que esta es una muestra muy evidente y palpable de que soy inconstante, desordenada y un tanto normal y corriente. O al menos eso me lo parece a mí. Nunca fuí de las jovencitas que tenían un diario y escribían todas sus andanzas en él. Así pues, a mi edad, no creo que vaya a cambiar.
Pero esta noche (coincide con la misma hora que mi primer y último blog.. por el momento) no puedo dormir y tengo una necesidad imperiosa de plasmar negro sobre blanco lo que me está pasando por la cabeza últimamente.
Tengo la sensación de que estoy perdiendo el tiempo de una manera muy absurda. No hago nada con mi vida ni nada por mejorarla, lo que me convierte definitivamente en un parásito emocional y social.. Y eso que me lo digo yo, que si me lo dicen probablemente no lo toleraría.
Llevo anclada en un trabajo que no me gusta cinco años, en una situación complicada siete.. y sin tomar una decisión más allá de la de elegir si comer verdura o pollo, hace muchos años.
Y ahora es cuando viene aquello de: "Pues si no te gusta lo que tienes.. cámbialo".
Si, si en eso estoy y todavía no se como hacerlo. Todos me lo plantean de una manera muy sencilla, pero a mí se me hace tan complicado como escalar el Himalaya a pulmón. Pero, lo curioso es que me estoy empezando a encontrar, no se si conmigo misma, o con otra yo, que ya no se achanta y le echa algo más de valor a las situaciones.
Conclusión, que mi vida es tan caótica como la de cualquiera, que tengo mil problemas que solucionar y que debería centrarme sólo en eso y dejarme de pensar en solucionarles la vida a los demás.
Quién sabe si el próximo blog lo escribo mañana o dentro de un año, desde esta misma habitación o desde algún otro sitio.. Pero trataremos de echarle dientes a la vida.
Cuidarse!

viernes, 1 de abril de 2011

En ocasiones veo tuertos

Y si, no me he equivocado parafraseando la escena de "El Sexto sentido". Simplemente ha surgido así. Me he estado devanando los sesos buscando un título apropiado para este blog y no lo he encontrado, de ahí el nombre. He intentado ser original, divertida y un tanto mordaz, pero se ha quedado en eso, en un intento.

Ahora bien, cuando me he planteado que demonios podría escribir en el primer blog, en el inicíatico, en el que será mi desvirgue como bloguera, me he sentido mucho más aliviada. Como no tengo ni idea de quién puede llegar a verlo me he sentido la tuerta en un país de ciegos. Este es mi reino, mi territorio y mi castillo. Escribiré a veces con plenas facultades mermadas, otras simplemente sin ningún tipo de criterio. Y las más, escribiré desde las tripas, desde el corazón y usaré como corrector ortográfico el cerebro.

Prometo que intentaré no ser políticamente correcta ni malgastar el tiempo con debates que no llevan a ningún lado. Respetar todas y cada una de las opiniones que cada uno pueda expresar, siempre y cuando no se falte al respeto (creo que soy una prepotente dando por supuesto que esto lo va a leer alguien..), será de obligado cumplimiento para mí. Y poco más puedo añadir, salvo que son las tres y media de la madrugada y que no puedo dormir.

Así pues, bienvenidos, pasad y coged una sillita y poneos cómodos.. Como en casa.

Auri